Literatura latinoamericana, relatos, poesía, novelas, crítica literaria
La pregunta recursiva a los autores, y la más elusiva es sobre el tiempo de elaboración de sus producciones, los escritores de literatura latinoamericana han contado por décadas sobre formas disímiles, no siempre creíbles, sobre sus métodos de producción.
Sin embargo, no deja de ser casi un tema insoslayable, de manera que podría considerarse un género: producción de literatura latinoamericana.
Uno de los escritores argentinos más interesantes, aunque hay una amplia constelación, en el sentido de generación de obra, es Antonio di Benedetto, quién en más de una ocasión dijo haber escrito su obra maestra Zama, en tan sólo un mes.
Zama es una novela que relata la épica conquista de las islas, en el Delta, un lugar inhóspito, que se inundaba y perdía tierra en cada ocasión. El protagonista, representa el tesón, la angustia y sobre todo, el amor a la tierra, además de una excelente escritura de la mano de este autor, en mi opinión la gran novela Argentina contemporánea.
Sin embargo, escribir no cuenta como tiempo de producción, cualquier escritor sabe que el conjunto de razones que asedian la escritura, lleva mucho más tiempos, la idea, la elaboración, la documentación; además de la conspiración constante de los estímulos exteriores que atentan contra la concentración y la voluntad.
Antonio di Benedetto, explicó que pudo escribirla en un mes porque se encerró en su casa, durante ese tiempo, sin que nadie interfiriera con la elaboración del texto que sería uno de los más interesantes que se han escritor sobre el tema: pioneros a la conquista de las islas del Delta del Rio de la Plata.
Escrita en clave de soliloquio, con una sintaxis que da cuenta de la diversidad, no solo en el uso de palabras de época, si no en la capacidad del autor para expresar desde ese nivel, la situación, pensamiento y obra de su personaje.
Esta obra, forma parte de una trilogía que es fácil recomendar, El Silenciero, Los suicidas, tan estrechamente ligadas entre sí como consolidación de un proyecto literario de alta calidad –una editorial local ha compartido esa visión y ha publicado las 3 novelas en un solo tomo-.
Aunque se diga que la literatura latinoamericana está, en la mayoría de sus intenciones, mirando hacia Europa, es una presunción corta, el vasto y expansivo abanico de posibilidades con que suelta la literatura hispana, da cuenta de muchos bordes y rotura de límites, por parte de los escritores latinoamericanos que como resultado dio, precisamente esa organización de lectura llamada “literatura latinoamericana”, igual a ninguna otra.
Algunos predican que tal vuelo comienza con el Boom, un fenómeno comercial, pero es como colocar el carro delante del caballo; la lenguaje, la visión, la originalidad, la diversidad, son conquistas de la literatura latinoamericana que ha desembocado en el Boom, un interés que se ha propagado en Europa, no porque los textos tuvieran rasgos europeos, precisamente, sino porque reflejan una cultura local y una soltura en el lenguaje y tratamiento de temas, sin temor a caer en el rechazo.
Lo onírico, lo maravilloso, forma parte de cualquier cultura, sin embargo, en cada geografía toma su forma y color; en Latinoamérica, no es un tema, es una excusa para desarrollar una escritura intensa que impacta en lectores de todo tipo, sin ataduras con la edad, quizás con la época, la literatura latinoamericana es ya un género en el mundo.
